Regreso a China

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La imagen era granulosa, debido al duro entorno en el que operaba la cámara. El foco de la imagen estaba en el estanque de agua cristalina y brillante, por lo que el pequeño árbol a unos pasos detrás de la escena parecía borroso.

El pequeño árbol medía tres metros y treinta centímetros de altura. Sus ramas estaban cubiertas de corteza negra y no tenía hojas, excepto por un fruto rojo. Bajo una inspección cercana, la forma del fruto se asemejaba a un bebé recién nacido.

La novela china «Viaje al Oeste» había registrado una Fruta Divina llamada el Fruto Mortal. Crecía en un árbol que florecía cada tres mil años y daba frutos cada seis mil años, y no sería hasta dentro de otros tres mil años que los frutos maduraran y estuvieran listos para ser usados. El aroma de tal fruto podía prolongar la vida de un mortal trescientos sesenta y seis años, y un bocado de su carne podía otorgar al cultivador cuarenta y siete mil años de vida.