—An Ya, ¿quién es este bufón parlanchín?
Chen Fan giró la cabeza hacia quien hablaba. Observó cómo una gran multitud entraba en el patio y, al frente del grupo, una pareja de ancianos de cabello blanco. Quien había hablado era una mujer de mediana edad que estaba junto a la pareja de ancianos.
La mujer de mediana edad tenía un aspecto común y sus labios eran tan finos como el filo de una navaja. A pesar del abundante maquillaje que llevaba, no podía ocultar las patas de gallo alrededor de las comisuras de sus ojos.
Le lanzó a Chen Fan una mirada fría cargada de desprecio.
—Abuelo, Abuela, Tío y Tía...
Los ojos de An Ya se apagaron al ver al grupo de personas frente a ella. La emoción en sus ojos fue reemplazada por sentimientos complicados.
La mujer de mediana edad era la tía de An Ya. Atrapó a Chen Fan con el gancho de su mirada inquisitiva.
—¿Quién eres tú? ¿Cómo llegaste aquí? ¡Seguridad! ¡Seguridad!