La batalla de Chen Fan tuvo consecuencias de gran alcance.
Los Cascarrabias que habían estado escondidos detrás de la cortina durante décadas estaban más perturbados por el desarrollo que el resto del mundo.
Los Guerreros del Estado Inmortal dominaban el mundo y, excepto por las superpotencias del mundo, nadie más podría haberlos derribado. Ni siquiera Ye Qincang o Lin Shuming podían garantizar acabar con la vida de un Guerrero del Estado Inmortal sin que este último escapara sigilosamente.
Sin embargo, la actuación de Chen Fan los tomó por sorpresa. Por muy poderosos que fueran sus oponentes, los había sometido con un solo golpe de espada. Era evidente que Chen Fan había dominado la pelea.
—Este muchacho me recuerda al Gran Mago que vivió hace trescientos años, a Zhang SanFeng que vivió hace quinientos años, y al Cultivador Exaltado que vivió hace mil años —exclamó un Cascarrabias del Estado Inmortal.