(Mi punto de vista)
No pude dormir ni un guiño después de ese encuentro memorable con uno de los hermanos de Nora, aunque no sé cuál de ellos era.
Caminé hacia la estantería para encontrar algo legible pero no pude concentrarme ni un poco debido a esos ojos de zafiro y labios besables.
«Espera un segundo, ¿qué labios besables? ¿Estás loca, Myra? Esto es una locura. Es el hermano de Nora y un idiota grosero además. Una cara guapa y una personalidad podrida es realmente una mala combinación. Maldito narcisista».
Sacudiendo mi cabeza, traté de dispersar su pensamiento de mi mente. «Fuera, veteee. Arghh, olvídalo. Mejor vamos a dormir». Cerré el libro e intenté conciliar el sueño.
_______________________
—Ummm, cielos ¿quién es? Amana, ¿puedes, por favoooor, bajar la voz? Estoy durmiendo —murmuré en mi sueño por la repentina molestia. «¿Espera, a quién estoy llamando? Estoy en Kimberg y Amana está en la universidad en Damona». Me desperté de golpe cuando esa realización me llegó.