(Narración del Autor)
La atmósfera cargada de pesadez se alivió un poco después de eso y todo volvió a la normalidad, o al menos eran buenos fingiendo estar tranquilos al respecto. Solo Myra se sentía fuera de lugar, con el impulso de volver a casa haciéndose más fuerte. Ella no era del tipo insegura, para nada; estaba contenta con su vida. Pero el hecho de que no pertenecía aquí la hacía sentir incómoda.
Nora chasqueó los dedos frente a la cara de Myra, preguntando:
—¿Por qué estás tan callada, Ra-ra? ¿Dónde está nadando tu mente, mmm?
—Ahhhh, nada, solo esta~, solo estaba pensando en mi familia —le dijo Myra, siendo parcialmente honesta.
Las alarmas que se habían calmado comenzaron a sonar dentro de la mente de Nora. Recordó el incidente de esta mañana y se puso nerviosa pensando que Myra dejaría Kimberg, así que le dio un abrazo lateral a Myra, apretándola en el proceso, diciendo: