Mamá Quiere Hablar Contigo

(Narración del Autor)

—Hermano Alaric, por favor, te lo suplico. No digas nada imprudente. Me encargaré de esto por mi cuenta —suplicó Nora desconsoladamente. Él estaba empeorando la situación con sus palabras venenosas.

Alaric, aunque reacio, cerró la boca ante las súplicas desaliñadas de su hermana, mientras apretaba fuertemente la mandíbula. En su mente, Nora estaba cegada por su supuesta amiga.

Pero Myra no estaba de humor para calmarse y ceder. Las palabras de Alaric habían avivado aún más su furia.

Estaba exasperada; esta diatriba entre hermanos le estaba poniendo los nervios de punta. Desafiante, sostuvo la mirada fulminante de Alaric, aunque no se acercaba ni de lejos a su gigantesca complexión. Pero mantuvo bien su posición con la cabeza en alto, y verbalizó con desprecio: