No confíes en nadie

El doctor apretó los labios y le dijo sinceramente a Nathan:

—La lesión en la cabeza de la Srta. Bella Allen fue causada por un objeto parcialmente hecho de plata, debido a lo cual ha perdido mucha sangre. Pero afortunadamente la trajeron aquí justo a tiempo y logramos salvarle la vida. Sin embargo, todavía no está completamente fuera de peligro y las próximas horas son bastante críticas. Una vez que despierte, podré decirles más sobre su estado de salud y cuánto le ha afectado esta lesión cerebral.

Nathan apretó el puño con fuerza; no sabía cómo responder. Sara agradeció al doctor mientras Lucius ordenaba:

—Steven, no quiero ningún error de tu parte. Asegúrate de que su tratamiento sea de primera clase y que no haya posibilidad de recaída.

—Sí, mi Rey —respondió Steven, el médico de turno, inclinando la cabeza en señal de respeto.

Lucius se giró y le dijo a Nathan: