—¡Abuelo!
En ese momento, una voz femenina clara vino desde fuera de la puerta. Poco después, una hermosa joven de unos veinte años, con flequillo ordenado y ojos grandes, entró rápidamente.
La recién llegada no era otra que la nieta más querida de Song Hanbo, Song Yan'er.
Aquel día, él estaba en camino a recoger a Song Yan'er cuando sufrió un accidente automovilístico y casi pierde la vida.
Afortunadamente, Han Yu apareció a tiempo, y así fue como ambos se salvaron.
Al ver llegar a su nieta, el rostro de Song Hanbo se iluminó con una amable sonrisa. Acarició suavemente su sedoso cabello negro y dijo con ternura:
—Yan'er, tu cuerpo aún no se ha recuperado completamente; deberías quedarte en el hospital.
—Realmente no me gusta el olor a desinfectante del hospital, es demasiado penetrante.
Song Yan'er hizo un puchero y luego dijo seriamente:
—¡Abuelo, quiero ir a ver a ese hermano mayor que nos salvó!