Capítulo 132: ¡Joven, Retírate Mientras Puedas!

La mano de Han Yu era grande y cálida, y al ser jalada por él, Lin Qingya sintió una sensación indescriptible en su corazón.

En un instante, su irritación y molestia se disiparon, reemplazadas por calidez, comodidad y seguridad.

Anteriormente, la secretaria Yan había intentado varias veces llevársela, pero o bien los hombres musculosos al frente las bloqueaban o los mirones detrás las rodeaban, haciendo imposible salir.

Lo que lo hacía peor era que esas personas tenían sonrisas en sus rostros y sostenían sus teléfonos celulares, dejando a Lin Qingya sin saber cómo desahogar su ira.

—¿Este es el esposo de Lin Qingya? ¿Así se ve? ¿Vestido con esta ropa?

—¡Vi una noticia en línea antes que decía que este tipo solía ser un repartidor, y ahora parece que el informe no era falso! ¡Verdaderamente tiene el aura de un perdedor, definitivamente no está a la altura del Señor Qiao!