Al escuchar las palabras de Han Yu, el rostro de Zhang Youzhe se oscureció por completo, pero esta vez no dijo mucho y en su lugar usó su cuerpo para presionar fuertemente contra Han Yu, sin dejar espacio para que su oponente driblara.
Sabía que soltar más amenazas ahora era inútil, ya que tal conversación, si era excesiva, se convertiría en una broma; solo deteniendo al oponente de anotar podría cambiar completamente la situación actual.
Para restringir los movimientos de Han Yu tanto como fuera posible, Zhang Youzhe presionó su espinilla contra la rodilla de Han Yu y usó su propia rodilla para empujar contra su espalda, luego ejerció fuerza sigilosamente.