Yuan Yaxiong pasó su vida sin creer en demonios ni fantasmas, ni en la medicina tradicional china, y se burlaba de la idea de estar poseído por espíritus malignos.
En su opinión, la medicina tradicional china y la noción de estar poseído por espíritus malignos no eran más que estafas.
Por eso, cuando enfermaba, solo visitaba grandes hospitales, que empleaban medicina occidental y varias máquinas avanzadas para el diagnóstico.
—¡Poseído por espíritus malignos o no! Yuan, sabes que siempre he descreído de la teología, dejémoslo ahí, ¿de acuerdo?
Yuan Yaxiong puso los ojos en blanco ante el Viejo Señor Song y dijo:
—Planeo cerrar los negocios de la empresa en los próximos días y luego volar a Americk. Buscaré algunos médicos profesionales allí para que me examinen de nuevo.
—El nivel de atención médica en Gran Xia todavía es deficiente, y el equipo está todo obsoleto y de segunda mano, sin mencionar los hospitales en la Ciudad del Dragón de Shangjing.