—¡Capitán Bai!
—Manejar un caso no se trata de sentimientos, se trata de hablar con evidencia concreta —dijo fríamente la Secretaria Chen por teléfono—. La víctima tiene una identidad especial, ¡y cualquier manejo descuidado podría traer una tormenta sin precedentes a la Ciudad de Jinling!
—¡He transmitido el mensaje del Señor Yue, ahora depende de usted, Capitán Bai, decidir qué hacer!
Después de eso, la llamada terminó.
Bai Jing dudó por un momento con el teléfono en la mano, luego decidió seguir las instrucciones de la Secretaria Chen.
—Suspiro...
Bai Jing tomó un respiro profundo, caminó hacia la multitud, levantó la cabeza para enfrentar a los reporteros afuera y dijo: