En el denso bosque.
Atada a un árbol, Song Yan'er no podía moverse, y con un trapo metido en la boca, tampoco podía hablar.
Las sombras moteadas de los árboles se proyectaban sobre sus mejillas afligidas.
En este momento, el terror que había sentido antes había desaparecido, reemplazado solo por preocupación.
Temía que el oficial que venía fuera realmente Han Yu, quien podría caer en la trampa tendida por los dos villanos.
Desesperadamente quería hablar, pero con un trapo metido en la boca, no podía emitir sonido alguno. Intentó luchar y retorcer su cuerpo, esperando hacer algún ruido para alertar a alguien, pero la cuerda estaba atada demasiado fuerte, y no podía liberarse.
«¡Hermano Han! ¡No vengas! ¡No vengas!»
Después de varios intentos, Song Yan'er seguía sin poder hacer ruido; se rindió y solo pudo rezar en su corazón para que el oficial que se apresuraba no fuera Han Yu.
Sin embargo, por alguna razón, en el fondo, albergaba cierto anhelo.