La llamada terminó, y el silencio cayó dentro del coche.
Yue Hengsong, el Asistente Lin y Han Yu tenían expresiones muy graves y serias.
Todos eran personas inteligentes, y dado que Ito Ryufu había hecho esta llamada, era muy probable que ¡Ito Fumita hubiera sido silenciado!
Dinglingling…
Aproximadamente dos minutos después, el tono de llamada urgente de un teléfono móvil destrozó la atmósfera.
El Asistente Lin cogió el teléfono y respondió. Después de escuchar el informe del otro lado, su rostro se agrió, y colgó el teléfono.
—Entendido.
Han Yu levantó la cabeza y preguntó:
—¿Hay noticias sobre el paradero de Ito Fumita?
—¡Sí! —el Asistente Lin asintió y dijo solemnemente—. Llegaron noticias desde la autopista del aeropuerto. Hubo un accidente de coche en el lugar, con tres víctimas, incluyendo al conductor de Ito Fumita y dos guardaespaldas.
Han Yu frunció el ceño y dijo:
—¿Qué sucedió exactamente?
El Asistente Lin tomó un respiro profundo antes de decir: