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—¡Maldita sea!
Al ver el controlador en la mano del Chacal Eisuke, Han Yu maldijo internamente.
Realmente no esperaba que el oponente fuera tan malicioso—para asesinarlo, habían colocado una bomba en el cuello de Bai Jing.
Afortunadamente, no era como el Sexto Líder Víbora, con la bomba implantada dentro del cuerpo; de lo contrario, ni siquiera sabría cómo murió.
De hecho, lo que Han Yu no sabía era que Chacal Eisuke había tenido la intención de hacer exactamente eso, pero implantar una micro bomba dentro de un cuerpo humano era complejo, requería un médico cirujano muy profesional, y el paciente tenía que cooperar, o sería fácil que algo saliera mal.
La razón por la que Víbora tuvo éxito fue en parte porque se realizó la operación dentro de la organización, con profesionales implantando la bomba, y en parte porque Víbora estaba tan obsesionado con el arte de las explosiones que no solo no rechazó el implante, sino que fue bastante cooperativo.