Buena Suerte

Salvatore miraba por la ventana de su habitación, observando la nieve que caía. Apretando los dientes, luchó contra la necesidad de temblar. No era que realmente tuviera frío; era más bien un condicionamiento profundo al ver caer la nieve.

—Si ella pudiera predecir el futuro, ¿no crees que habría visto venir esto? —exigió Dimitri, poniéndose a su lado. La temperatura en la habitación estaba bajando rápidamente, y no era difícil ver su aliento en el aire con cada exhalación.

Salvatore miró a Dimitri por el rabillo del ojo pero no se molestó en decir nada.

—No creo que pueda ver el futuro —gruñó Ronan—. Nosotros no sentimos el frío, pero ella está hecha diferente. Si hubiera sabido que esto venía, lo habría planeado.