No hacía falta ser un genio para saber quién era la mujer frente a nosotros. Ni siquiera necesitaba verla vestida de punta en blanco para saber que era la ex. El porte y la confianza que llevaba como una segunda piel era suficiente para intrigarme.
«¿Era esto lo que le gustaba a Dante? ¿Esto?»
Estaba tan bien arreglada, con tanto carisma, que tenía a nueve hombres siguiéndola, con las lenguas colgando. Una mezcla entre bibliotecaria sexy y CEO sexy, era la versión femenina del Dante que yo conocía.
En papel, podrían parecer la pareja perfecta, pero eran demasiado similares. «¿Dónde estaba el caos para su calma? ¿El fuego para su hielo? ¿La misericordia para su salvajismo?»
Bueno, no es que yo tuviera misericordia de sobra, pero no era tan propensa a disparar como Dante.
Pero ¿Brittney? Sí, ella y yo íbamos a tener problemas.
¡Qué divertido!