¿Tenemos Un Trato?

—¿Quiero saberlo? —preguntó Dante, mirando hacia abajo a la criatura mágica en los brazos de Tanque. En el momento en que ella puso un pie en su territorio, todo pareció haber cambiado. Ahora, ella era el centro de todo, lo supiera o no.

La razón por la que la Guarida era mágica era porque ella estaba en ella.

—La primera estableció la condición —respondió ella, parpadeando sus brillantes ojos blancos. Solían ponerlo nervioso. Sentía como si ella mirara dentro de su alma cada vez que lo miraba, y él no quería que nadie viera esas partes de él.

Pero ahora que ella había experimentado sus pesadillas a su lado, no tenía nada más que ocultar, ninguna parte de sí mismo que no estuviera expuesta ante ella.

Y eso era liberador.

Ahora, nunca quería que sus ojos se apartaran de él.