Esta Vez

Me retorcí en la cama, mis ojos dirigiéndose al punto frente a mí que tenía las palabras sangrientas en mi sueño, pero no había nada. Me tragué el grito que amenazaba con emerger, negándome a darle al sueño aún más poder sobre mí en mi estado de vigilia.

Esta era la segunda vez que me había despertado con la advertencia de que Padre y sus hijos venían por mí, pero esta era la primera vez que me hablaban en mi sueño... la primera vez que me tocaban en mi sueño.

Moviéndome más rápido de lo que creía posible, me incliné sobre el costado de la cama y comencé a vomitar, sin poder detenerme.

La casa, claramente sintiendo mi terror, estaba haciendo todo lo posible para hacerme sentir segura. Todas las luces estaban encendidas y no había ni una sola sombra en ninguna parte, pero aún así no era suficiente.