Capítulo 18: “Donde te quieran destruir”

Los días se habían vuelto suaves en la casa Kang. Risas de Min-ji por las mañanas, desayunos improvisados y besos robados entre pañales y correos. Pero la calma no dura para siempre.

En la sede de Kang Corporations, los rumores se deslizaron como serpientes por los pasillos. Una nota anónima circulaba entre los altos directivos:

 "El CEO ha perdido el foco. Su Omega vive en la empresa. Relaciones inapropiadas. ¿Dónde quedó la profesionalidad?"

Min-jun recibió el correo en su escritorio. Lo leyó sin pestañear. Sus manos no temblaron. Pero dentro… el fuego ardía.

—¿Te molesta? —le preguntó Jisoo más tarde, al verlo tan callado en casa. —No me molesta por mí. Me molesta por vos. No quiero que te lastimen.

Jisoo le sonrió con dulzura. —Que hablen. Siempre van a hablar. Yo sé quién sos, Min-jun. Y sé quién soy contigo.

Pero el problema era más grande. Un grupo de inversores amenazaba con retirarse si la "imagen del CEO no se limpiaba". Algunos proponían que Jisoo dejara de aparecer en la empresa.

Min-jun explotó en una junta:

—¡Mi familia no es negociable! ¡No pienso esconder a mi Omega como si fuera una vergüenza!

—Min-jun… —intentó calmarlo su asistente, pero fue inútil.

Esa noche, en la intimidad de su hogar, Jisoo le dijo algo que lo desarmó:

—Voy a renunciar. —¿Qué estás diciendo? —No porque me avergüence de nosotros. Lo hago por vos, por Min-ji… y porque sé que esto no nos va a separar.

Min-jun negó con la cabeza, se acercó y lo sostuvo del rostro. —No quiero que te vayas. Esta empresa es tuya también, aunque no lleve tu nombre.

Jisoo le acarició el pecho, justo sobre el corazón. —Yo ya estoy donde quiero estar.

Se abrazaron fuerte. En medio del caos, su hogar seguía siendo ese pedacito de cielo.

Pero los enemigos no descansaban. Y alguien… alguien más del pasado estaba por regresar.