Seis horas de sueño ininterrumpido en la estrecha y sofocante cápsula de descanso fueron un lujo casi olvidado para Kaelen. No fue un descanso perfecto –la dureza del colchón sintético, el aire viciado y los ruidos constantes del edificio decrépito se filtraron incluso en su agotamiento– pero fue suficiente. Se despertó sintiéndose menos como un autómata al borde del colapso y más como un depredador tenso y alerta. El dolor muscular había disminuido, la fatiga mental se había aclarado, y su determinación se había solidificado durante las horas de inconsciencia.
Se incorporó en el espacio confinado, sus movimientos restringidos por las paredes cercanas. Lo primero que hizo fue revisar su estado y sus recursos. 13 PS. Ochenta créditos. El dispositivo troyano 'Serpiente de Datos' listo en su inventario del Sistema. Los protocolos de infiltración de OmniCorp grabados en su memoria neural. Era el momento de actuar.
Repasó mentalmente el plan una última vez mientras realizaba comprobaciones rápidas de su equipo. La instalación de OmniCorp Bio-Investigación estaba ubicada en los niveles medios del Sector Theta, un distrito adyacente a Gamma pero significativamente más limpio, más controlado y con mayor presencia de seguridad corporativa. Llegar hasta allí requeriría atravesar varios puntos de control de seguridad internos de la ciudad o usar rutas de servicio alternativas aún más vigiladas.
Los protocolos de Oráculo sugerían una ruta de infiltración específica: acceder a la red de túneles de mantenimiento de OmniCorp desde un punto de conexión de bajo nivel en el Sector Gamma, viajar por los túneles hasta llegar por debajo de la instalación de Bio-Investigación en Theta, y luego usar un conducto de ventilación o un elevador de servicio para ascender a los niveles inferiores del edificio objetivo. Era un plan clásico de infiltración por las entrañas de la ciudad, similar a cómo había llegado a Neo-Veridia, pero esta vez en un entorno corporativo activo y mucho más vigilado.
La parte más peligrosa sería moverse dentro de las instalaciones de OmniCorp. Necesitaba alcanzar una terminal de bajo nivel (Oráculo sugería las oficinas administrativas o los laboratorios de soporte logístico, evitando las áreas de investigación principal y de alta seguridad), conectar físicamente el troyano 'Serpiente de Datos', permitirle unos segundos para que se inicializara y comenzara su camuflaje, y luego desconectarlo y salir por donde había venido antes de que cualquier sistema de detección de intrusos (IDS) más sofisticado pudiera identificar la anomalía.
Oráculo le había proporcionado herramientas limitadas: códigos de anulación de un solo uso para cerraduras estándar, un programa de interferencia de corto alcance para cámaras/sensores (cuya activación desde su Sistema era un riesgo en sí mismo) y la identidad falsa de técnico de mantenimiento. Kaelen sabía que tendría que confiar principalmente en su sigilo, su Percepción P7/D2 para detectar patrullas y puntos ciegos, y su capacidad para improvisar si algo salía mal.
Tomó una decisión sobre sus 13 PS. Comprar el Estimulante Básico (8 PS) le daría un impulso crucial de resistencia y concentración durante los 10 minutos críticos de la infiltración dentro del edificio de OmniCorp. Lo dejaría con solo 5 PS, pero sintió que el beneficio táctico inmediato superaba el riesgo de quedarse casi sin reserva.
[Comprar: Estimulante Básico (x1)? Coste: 8 PS. S/N]
Confirmó. [PS: 13 -> 5]
[Estimulante Básico (x1) añadido al inventario.]
Ahora tenía tres Stims en total. Guardó uno para la infiltración y los otros dos como reserva absoluta.
Era hora de irse. Abrió la puerta de la cápsula y salió al pasillo oscuro y silencioso del edificio de descanso. Descendió las escaleras y volvió a las calles del Sector Gamma, ahora bañadas por la luz grisácea del pleno "día" artificial.
Se movió con un propósito renovado, dirigiéndose hacia el punto de acceso a los túneles de mantenimiento de OmniCorp indicado por Oráculo. Era una rejilla de servicio discreta ubicada en un callejón trasero detrás de un complejo de procesamiento de alimentos sintéticos, un lugar concurrido y maloliente que proporcionaba una buena cobertura para una entrada rápida y desapercibida.
Le llevó casi una hora llegar allí, navegando por el laberinto de Gamma, evitando un par de controles de identidad aleatorios de la seguridad local y manteniendo un perfil bajo. El callejón estaba tan sucio y concurrido como esperaba, lleno de trabajadores en descanso, contenedores de basura desbordados y el zumbido de unidades de aire acondicionado industriales.
Localizó la rejilla de servicio en la pared, parcialmente oculta detrás de unos conductos de vapor. Usando su Percepción, verificó que no hubiera sensores de proximidad obvios ni cámaras apuntando directamente a ella. Esperó a que un grupo de trabajadores ruidosos se alejara y, aprovechando un momento de relativa distracción, usó su multi-herramienta para desatornillar rápidamente la rejilla. Se deslizó en la abertura oscura y volvió a colocar la rejilla en su sitio, asegurándola con un solo tornillo para que pareciera intacta a simple vista.
Estaba dentro de la red de mantenimiento de OmniCorp. El túnel era estrecho, limpio (en comparación con las alcantarillas) y bien iluminado por tiras de luz de servicio. Olía a metal, a lubricante y al aire reciclado y ozonizado típico de las instalaciones corporativas. Podía oír el zumbido distante de maquinaria y sistemas de ventilación.
Consultó los planos de Oráculo en su HUD. Tenía que seguir este túnel durante unos doscientos metros, luego tomar una escalera de servicio hacia un nivel inferior, y desde allí conectar con un conducto de ventilación principal que pasaba por debajo del límite entre Gamma y Theta, llevándolo directamente bajo el edificio de Bio-Investigación.
Comenzó a avanzar por el túnel, moviéndose con rapidez pero en silencio. Aquí no esperaba encontrar Ghouls ni carroñeros, pero sí posiblemente drones de mantenimiento automatizados o incluso patrullas de seguridad de OmniCorp revisando la infraestructura. Mantuvo su Percepción al máximo, escuchando cualquier sonido de aproximación, buscando el brillo de sensores o cámaras en las intersecciones.
El viaje por los túneles de mantenimiento fue tenso pero sin incidentes. Siguió la ruta indicada, descendió por la escalera de servicio y encontró el conducto de ventilación principal. Era grande, lo suficientemente espacioso como para moverse agachado cómodamente. Entró y comenzó a avanzar hacia el Sector Theta.
Podía sentir la transición. El aire en el conducto se volvió notablemente más frío y limpio. Los materiales de construcción parecían más nuevos, menos corroídos. Estaba entrando en territorio corporativo de nivel medio.
Según los planos, debía buscar una rejilla de acceso vertical específica que conducía a los niveles de sub-sótano de las instalaciones de Bio-Investigación, cerca de las áreas de logística y soporte administrativo, el objetivo ideal para plantar el troyano.
Localizó la rejilla después de unos quince minutos de avance por el conducto. Estaba directamente encima de él. Verificó que no hubiera sensores inmediatos y usó su multi-herramienta para abrirla silenciosamente.
Asomó la cabeza con extrema precaución. Estaba en un pequeño cuarto de servicio, lleno de conductos eléctricos y terminales de diagnóstico de pared. La puerta estaba cerrada. Escuchó atentamente. Oyó el murmullo apagado de actividad más allá de la puerta: voces débiles, el zumbido de equipo de oficina, pasos ocasionales en un pasillo. Estaba dentro. O al menos, en el umbral.
Salió del conducto al cuarto de servicio y cerró la rejilla. Este era el momento crítico. Sacó uno de los Stims básicos de su inventario. Lo activó y sintió el familiar pero siempre desagradable pinchazo químico en su torrente sanguíneo, seguido por una oleada de claridad mental y resistencia física artificial. Sus sentidos se agudizaron aún más, y el cansancio retrocedió temporalmente. El efecto duraría unos diez minutos. Tenía que moverse rápido.
Se acercó a la puerta del cuarto de servicio. Probó la manija; estaba cerrada con una cerradura electrónica simple. Consultó los protocolos de Oráculo y encontró un código de anulación de un solo uso para este tipo de cerradura de bajo nivel. Introdujo el código en su interfaz neural y lo transmitió a la cerradura a través de una conexión inalámbrica de corto alcance. Oyó un suave clic. La puerta estaba abierta.
Respiró hondo, activó mentalmente el programa de interferencia de corto alcance que le dio Oráculo (esperando que funcionara y no atrajera atención no deseada), y abrió la puerta, listo para entrar en la guarida del lobo corporativo.