[ En las vastedades de un reino antiguo, donde las leyendas de héroes y batallas se entretejen con la realidad, vivía un soldado de pocas palabras, cuyo corazón albergaba la pasión de un poeta. De apariencia implacable feroz forgado bajo el fuego de las guerras, fiel devoto a la corona de su rey, un impenetrable guerrero, su mirada reflejaba la dureza de las tierras que había conquistado, el eco de las espadas aún resonaba en la mente del soldado con su mirada fría, preguntándose si alguna vez había sido algo más que un instrumento del rey.
Sin embargo, en lo más profundo de su armadura de acero frio, latía un alma dulce y apasionada, capaz de conmover con versos aun a los corazones más endurecidos. El pobre soldado sumergido en cansancio se encontraba en medio de una guerra más. ]
>Que gran dolor te acompaña soldado.
El eco del acero
En fila avanzo, sin nombre, sin rostro,
un peón en el tablero de un dios sin fe. Los tambores de la guerra resuenan en mi corazón, mi voz perdida entre órdenes dictadas por ciegos deseos de ver el fuego. El barro me abraza con su frío lamento testiga del sufrimiento,
y el cielo llora cenizas sobre mi piel.
¿Acaso fui hombre antes de este tormento?
¿O nací soldado en este infierno cruel?
La sangre es mi tinta, la tierra mi papel, escribo la historia de otros con mis manos, mientras mi alma, ajena al deber más vil,
se desangra lenta entre gritos lejanos.
No odio, no pienso, no sueño, no espero, solo sigo el eco del acero al brillar.
¿Dónde quedó el niño que amó los cuentos?
Sepultado está bajo un casco al marchar.
Y al final del día, en la noche callada,
mi sombra me mira con ojos de piedad.
"Soldado", susurra,
¿Cuánto más harás nada,
mientras en tus huesos arde la verdad?
> Tu nunca necesitas ayuda o ¿si? Eres el más fuerte y poderoso guerrero que estás tierras y las montañas conozcan, no le tienes miedo a nada ni siquiera a tus propias acciones.
> Solo sigue caminando, ya estas por llegar y verás tu final.
[ A un día de llegar al campo de batalla los soldados del rey Olin tienen que cruzar un bosque denso. ]
> Mirate eres el ejemplo de todos los que están aquí y a ti ni siquiera te interesa tener su admiración.
> Miralos tan jóvenes y deseosos de caos, no tienen ni idea de los horrores que les espera, todos arderan en el fuego y tu maldición seguirá, seguiras estando solo.
[ El bosque se alzaba oscuro y opresivo, con árboles tan altos que bloqueaban la luz del sol. Un extraño silencio reinaba, roto solo por el crujir de las botas sobre el suelo cubierto de hojas. Lira sentía cómo la humedad del aire se adhería a su piel, un sudor frío que nada tenía que ver con el esfuerzo físico. El canto de los pájaros había cesado, sustituido por el leve susurro del viento que parecía llevar consigo un mensaje de advertencia.
De repente, un crujido seco rompió la calma. El pelotón se detuvo como si un único corazón controlara sus movimientos. Las manos de los soldados buscaron instintivamente las empuñaduras de sus espadas, mientras sus ojos escudriñaban las sombras. '¿Lo escucharon?', susurró Darius, su voz apenas audible.
Un segundo ruido, más cerca esta vez. El aire parecía cargado de electricidad. Lira, con los sentidos aguzados, percibió el leve movimiento de una rama, un destello metálico entre las hojas. '¡Emboscada!' gritó una voz al fondo, pero el aviso llegó demasiado tarde.
De los árboles surgieron ráfagas de piedras y cuchillos que cortaron el aire como si el bosque mismo se rebelara contra ellos. Gritos, caos, y el estruendo de armas al desenvainarse llenaron el aire. Campesinos armados con herramientas improvisadas salieron de las sombras, sus rostros marcados por la desesperación y la rabia. Eran el pueblo defendiendo su última esperanza, enfrentándose a un ejército que no mostraba compasión.
En medio del caos, Lira sintió cómo su cuerpo se movía por instinto. No era un hombre, ni siquiera un soldado. Era algo más: un depredador despiadado. Su espada trazaba arcos perfectos, mientras las súplicas de sus enemigos se ahogaban en la furia del León de Lira. ]
> ¿Cómo podría estar bien? Ellos solo quieren proteger su tierra, su familia SU LIBERTAD y rey solo busca poder.
[ Poco después que Valtor fuera liberado y salido corriendo de ese bosque, el ejército del rey Olin decidio tomar un descanso antes de continuar con el camino. ]
> Acaso quieres morir de hambre, inténtalo no podrás si quiera lograrlo así.
>Lira< ¿Mi amada?
La guerra
En el silencio de la batalla pasada,
mi corazón late con un dolor que no pasa.
Recuerdo los ojos de los que calle con mi acero,
y siento la culpa que me consume por dentro.
Mi alma está llena de arrepentimiento,
por las vidas que tomé, por el dolor que sembré.
Me pregunto si hubo otra forma,
de evitar el sufrimiento, pero..... ¿Por qué me siento así?
"En el abismo de la oscuridad, una llama seductora me llama, como una sirena que me atrae hacia el abismo de la pasión. La guerra, mi amante cruel y caprichosa, me envuelve en su abrazo de fuego, y me hace sentir vivo, libre y completo.
Su aliento es el rugido de los cañones, su tacto es el calor de la batalla, y su beso es el sabor de la victoria. Me entrego a su abrazo, y me dejo llevar por la corriente de la pasión, hacia el abismo de la locura y la gloria.
Porque en el calor de la batalla, es donde me siento más yo mismo, donde mi corazón late con más fuerza, y mi alma se siente liberada. Es allí donde encuentro mi verdadero hogar, mi verdadera pasión, y mi verdadera amante: la guerra."
YO SOY EL LEÓN DE LIRA.