—Subdirector... subdirector —Long Shuhai tartamudeó.
—¿Eso es lo que quieres decir con no pedir nada a cambio? Parece que estás planeando convertir el Grupo Fang en tu empresa —Bai Qinghao sonrió fríamente.
Las piernas de Long Shuhai se debilitaron por el miedo.
—¡Por supuesto que no! Mi hermano está gravemente enfermo y actualmente en coma. Cuido de la familia Fang por genuina preocupación. No tengo ninguna codicia por su riqueza.
—¿En serio? —Bai Qinghao claramente no le creía.
—Lo juro, nunca poseeré ninguna parte de la empresa de la familia Fang. El Grupo Fang solo será transmitido a la siguiente generación. Si tengo pensamientos alternativos, ¡que mi castigo sea peor que la muerte! —Long Shuhai mostró una expresión sincera.
De todas formas, nunca había pensado en tragarse el Grupo Fang por su cuenta. Como mucho, usaría algo del dinero del Grupo Fang y mantendría algo de su poder.