Relación Padre-Hija

Ella notó la etiqueta en su bata blanca que decía «Médico Residente: Zhang Jingting».

—Doctor Zhang, ¿cómo está mi padre? —preguntó Fang Xinxin con algo de impaciencia.

—Sus úlceras por presión son graves, pero aún pueden tratarse. Sin embargo, la carne podrida en sus piernas necesita ser removida mediante cirugía inmediatamente. Si no lo hacemos, ¡su vida estará en peligro! —respondió seriamente Zhang Jingting, quien tenía alrededor de cuarenta años.

Fang Xinxin entró en pánico y respondió:

—¿Se salvará su vida si procedemos con la cirugía?

Acababa de darse cuenta de que, en su vida pasada, su padre murió diez días después de esta fecha.

—Si realizamos la cirugía inmediatamente, debería estar bien —la tranquilizó Zhang Jingting.

—En ese caso, por favor organícela inmediatamente —habló Fang Xinxin sin dudar.

—El cuerpo de Long Yifan está demasiado... sucio. Necesitamos que alguien lo limpie para la cirugía. De lo contrario, puede haber riesgo de infección.