—Oh —Zhu Xi comenzó a chismear al otro lado—. Por cierto, Fang Xinxin, tu prometido es muy reservado. Recibí su dinero pero solo pude conocer a su subordinado. Resulta que es Ke Tianbao, el playboy de la ciudad. Aunque Ke Tianbao es extremadamente rico, es un mujeriego. Tienes que tener cuidado...
—Zhu Xi, estamos bastante ocupados aquí. Hablemos en otro momento —Sun Jiamu le quitó el teléfono a Fang Xinxin.
Luego terminó la llamada.
Las palabras anteriores de Zhu Xi habían sido escuchadas claramente por todos los presentes.
—Fang Manxue, ¿no eras tú la diosa? ¿No te da vergüenza mentirnos tan descaradamente? —Wu Jiatong le lanzó una mirada de desdén a Fang Manxue.
—Quién sabe si Zhu Xi fue sobornada por Fang Xinxin... —Fang Manxue continuó luchando contra su derrota.