Apenas había terminado sus palabras cuando los estudiantes estallaron en fuertes aplausos. Su emoción se reflejaba en sus palmas enrojecidas.
Bai Qinghao subió al escenario con un pulcro traje negro. Sus pasos pausados, su mirada penetrante e insondable, y sus rasgos perfectos dejaron a toda la escuela abrumada.
En un abrir y cerrar de ojos, todas las estudiantes presentes quedaron cautivadas.
Incluso los estudiantes varones no tuvieron más remedio que respetarlo y admirarlo.
—¡Bai Qinghao, Bai Qinghao, Bai Qinghao! —Los fuertes cánticos de la multitud transmitían su respeto y admiración hacia él. La mayoría de los estudiantes se estaban quedando roncos de tanto gritar.
Todo el personal de los medios presente suspiró asombrado ante esta vista.
No esperaban que la influencia de Bai Qinghao fuera tan poderosa incluso en un entorno escolar. Esto superaba lo que habían esperado.