—¡No puedes!
Ella lo empujó con todas sus fuerzas. Sus ojos llenos de deseo brillaban con ira. Apenas contuvo un grito. —Fang Xinxin, ¿qué te pasa? ¡Todavía me rechazas en esta etapa!
—Yo... —Ella quiso hablar pero fue besada con fuerza. Solo pudo emitir suaves gemidos.
Como no podía detenerlo, decidió endurecer su cuerpo y dejó de protestar.
Al ver esto, su semblante frío como el hielo se tornó furioso. Una tormenta comenzaba a formarse en sus ojos distantes. —¿Para quién estás protegiendo tu cuerpo? ¿Estás tan enojada conmigo por declarar que eres mi prometida?
—No, escucha mi explicación... —Ella deseaba hablar pero fue casi torturada hasta el punto de la locura por su deseo.
Él no estaba de humor para escuchar su explicación. —Más te vale que no me entere de que sigues pensando en Bai Chenxi. De lo contrario...