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Han Xiao estaba muy reacia.
Para entonces, ya sabía que era una heredera falsa desde hacía siete u ocho años.
Sus padres biológicos se acercaron a ella, haciéndole ver lo degradante que era su verdadera familia y lo repugnantes que eran sus verdaderos padres.
Han Xiao odiaba profundamente ser la hija de esa pareja en lugar de su padre, Han Haotian, y su madre, Lin Ningmei.
Así que desde ese momento, decidió que debía ocultar bien su identidad.
Desafortunadamente, las cosas no salieron según lo planeado.
A medida que crecía, Han Xiao se parecía cada vez menos a la familia.
Aunque Han Haotian ya era mayor, era excepcionalmente apuesto, con cejas afiladas y ojos brillantes, verdaderamente deslumbrante.
Lin Ningmei, naturalmente cálida, tenía una piel blanca delicada y cejas arqueadas graciosamente como hojas de sauce, haciendo que sus ojos almendrados parecieran aún más suaves.
Han Xuan heredó los ojos encantadores de su padre y el rostro ovalado de su madre.