—Ve y hazle compañía, tengan una agradable charla.
—No es demasiado tarde para volver después de asistir a la boda.
—Para entonces, habrán pasado varios meses, y los vientos de la Ciudad Capital habrán cambiado.
—Bien, bien, tú eres la Princesa, tú tienes la última palabra.
—No me preocupa.
—El que está en desventaja sigue siendo el Joven Maestro Zhenbei.
—No planeo casarme; ¿cuál de esos nobles en la Ciudad Capital puede compararse con mi hermano?
—Mejor no tener ninguno que conformarse con menos.
—Yue'er, ¿en qué piensas, tan perdida en tus pensamientos? —mi prima agitó su mano frente a mí.
—Prima, ¿tú y tu futuro esposo están enamorados?
—Niña tonta, ¿dónde en este mundo hay tanto amor mutuo?
—Nunca lo he conocido; solo espero que sea alguien con rasgos decentes y carácter íntegro.
Había un toque de decepción en la expresión de mi prima.
Un poco de miedo sobre el matrimonio inminente.
Quizás madre me hizo acompañar a mi prima por esta razón.