Kyle había terminado con Calista por la noche, y esta vez, se había asegurado de agotarse por completo. Estaba tan exhausto que, aunque quisiera, no había forma de que pudiera lograr otra erección. Sin embargo, en retrospectiva, se dio cuenta de que quizás se había excedido con ella. Ella se había desmayado en su cama, su respiración suave y constante, dejando a Kyle en un pequeño dilema. Quería salir de la casa por un rato, tal vez para aclarar su mente o tomar aire fresco, pero despertarla parecía insensible. Después de todo, ella había puesto tanto esfuerzo como él, y merecía descansar.