Presentando a Collins.

Kyle llamó al hombre y, aunque normalmente se programaría una cita para más tarde, la urgencia en el tono del hombre revelaba su desesperación. Acordaron encontrarse con Kyle inmediatamente. Esta ansiedad resultaba sospechosa para Kyle, quien consideró la posibilidad de que pudiera ser una trampa, quizás un plan elaborado para robarle. Sin embargo, la probabilidad de tal evento parecía mínima, dado el contexto.

Kyle decidió dejar su coche en casa y optó por tomar un Uber hasta el lugar. Fue una elección preventiva que no lamentó. Llegó al sitio en menos de veinte minutos. Al salir del coche, Kyle escaneó sus alrededores e inmediatamente notó los numerosos camiones de construcción lujosos dispersos por el sitio. Supuso que eran para impresionar o genuinamente parte de la operación, destinados a asegurarle que este era un negocio legítimo.