Kyle encontró la situación extraña. Esta conversación ciertamente no había ido como él había planeado —ni por asomo—, pero extrañamente, no podía quejarse de ello. No entendía del todo cómo algo aparentemente tan insignificante le afectaba tan profundamente. No había razón para que tuviera tal efecto emocional, sin embargo, Kyle comenzaba a darse cuenta de que quizás necesitaba revisitar su pasado para entender por qué se sentía tan conmovido.
—Ya está, todo listo —dijo Kyle, rompiendo la tensión y desviando la atención de la conversación actual.
El camarero se acercó con las cuentas para pagar, pero antes de que Kyle pudiera siquiera alcanzarla, Jane rápidamente tomó la cuenta.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó Kyle con una sonrisa educada en su rostro, genuinamente desconcertado. Jane, sin embargo, estaba confundida sobre por qué él estaba haciendo una pregunta tan simple cuando la respuesta parecía obvia.