—No puedo imaginar a un hombre tan ocupado como usted aquí para una charla casual —dijo Kyle, tratando de romper el silencio mientras el peso del momento se asentaba sobre él.
Necesitaba dirigir la conversación en una dirección que revelara más sobre las intenciones de Nakamura, pero un pensamiento persistía en su mente: «¿Era su forma de vestir lo que les llevó a creer que era simplemente un representante?»
El traje impecable que llevaba, aunque elegante y bien cortado, sentía que podría ser interpretado como business casual por aquellos que no lo conocían.
La verdad, sin embargo, era que no era su atuendo sino su edad lo que probablemente los había confundido. Su apariencia juvenil, aunque pulida, era lo único en lo que la gente parecía enfocarse.
Era difícil para ellos comprender que alguien de su edad—especialmente alguien en su posición—llevara el peso de una decisión tan significativa.