El dedo de Kyle se desliza sensualmente a lo largo de los pliegues resbaladizos de Jane, su toque enviando hormigueos por todo su sistema nervioso mientras su rostro se acerca al de ella. Sus labios temblaron, esperando que los de él reclamaran los suyos.
Jane cerró los ojos en el momento en que Kyle estaba a escasos centímetros de su rostro, frunciendo sus labios para recibir los suyos, pero nunca llegaron.
En cambio, sintió un beso húmedo en su cuello, sintió como si su cuerpo estuviera en llamas.
—Sabes tan condenadamente bien... Me pregunto si es lo mismo... —susurró Kyle, deteniéndose a mitad de la frase.
Jane se cubrió la cara, estaba avergonzada porque Kyle acababa de atraparla, deseando que la tierra se abriera y se la tragara por completo.
Él curvó sus dedos profundamente dentro de ella. Jane se retuerce debajo de él, superada por la intensa sensación que irradia desde su palpitante coño.