—¿Estás bien, Kyle? —preguntó Ella con una sonrisa presumida en su rostro como si supiera algo que él no.
—¿Por qué preguntas? —respondió Kyle con una mirada sospechosa.
Ella no captó esto y asumió que debía estar exhausto.
—Nada, nada. Estaba preocupada, ¡no me dejes sin decir una palabra! —le advirtió Ella.
Kyle respiró profundamente, pensó en contarle a Ella pero había demasiado en juego y podría explicarle fácilmente después de que esta situación terminara.
Solo necesitaba superarlo primero, eso era lo más importante.
Ella tenía que rechazarlo y Kyle estaba seguro de que lo haría porque no había forma de que traicionara a Jane por sus impulsos.
Han pasado por demasiado como para que un hombre se interpusiera entre ellas.
—Sé que es algo extraño de pedir, pero ¿puedo quedarme en la cama contigo? —preguntó Kyle, pero Ella se sorprendió por esta petición porque los pondría muy cerca.