Había cosas en el mundo que Kyle no podía controlar, pero las cosas que sí podía controlar, se deleitaba en ellas.
Kyle sabía cómo veía a Cassandra, pero la forma en que ella actuaba casi destruyó esa fantasía porque la estaba llevando a la realidad.
Ciertas cosas deberían permanecer solo en la mente y el acto de Cassandra podría haber hecho que toda esta situación fuera extraña.
Cassandra se apresuró a disculparse, pero Kyle aún no sabía cómo se sentía al respecto.
—Está bien, solo me tomó por sorpresa —dijo Kyle, todavía sentado, pero Cassandra notó que su polla estaba dura como una roca, así que debía estar haciendo algo bien.
Kyle miró su cuerpo, observándola lentamente de pies a cabeza con una sonrisa en su rostro.
Cassandra se volvió insegura porque, en su mente, él estaba mirando todo aquello de lo que ella se sentía insegura, incluidas las estrías que tenía.
Lentamente levantó la mano para cubrirse el cuerpo, pero Kyle negó con la cabeza.