Nakamura estaba contento con la forma en que habían progresado las cosas, mantenía un ojo sobre Kyle porque sabía lo peligroso que era un hombre ambicioso.
Nakamura no pudo encontrar nada valioso sobre Kyle, pero una cosa era cierta, no provenía de dinero.
Esto era algo que no cuadraba porque Nakamura sabía que nadie podía ganar dinero bajo el radar sin dejar alguna huella.
Incluso si el dinero era ilegal —y esa bien podría ser la situación de Kyle— nada surgía que explicara su fuente de riqueza.
Kyle no se sentía atraído por Yuki, así que Nakamura no podía usarla para explotarlo de ninguna manera, pero esto solo lo intrigaba más.
Nakamura también tenía curiosidad por saber por qué esa dama estaba interesada en Kyle o por qué se había tomado la molestia de sacarlo de esa situación embarazosa.
No era la primera vez esa noche que habían conversado, pero Nakamura era un profesional de principio a fin.