—Se ha emitido la señal de que todo está despejado, debería ser seguro ahora —Li Yuan reflexionó por un momento antes de salir de su habitación.
La Tía y sus hermanos menores todavía estaban en la cama.
—Me iré primero a la escuela —Li Yuan salió de casa y del complejo residencial.
El vehículo militar que había estado estacionado al final de la calle a las cuatro de la mañana ya no estaba a la vista.
Tampoco los soldados que patrullaban.
Sin embargo, con ojos agudos, Li Yuan pudo ver que a unos cientos de metros en el cielo, había un dron flotando.
Parecía estar en alerta.
Li Yuan fue directamente a la parada de autobús para tomar el tranvía, pero después de esperar bastante tiempo, no llegó ninguno.
—Olvídalo.
—Mejor corro hasta la escuela —Li Yuan dio media vuelta y comenzó a trotar hacia la escuela por la calle.
Con la calidad física de Li Yuan, su llamado trote podía mantener un ritmo de unos ocho o nueve metros por segundo.