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Si alguien que no conociera a Mira la viera por primera vez, probablemente pensaría que era una persona fría.
Sin embargo, en realidad, la verdad estaba lejos de cómo aparentaba.
Mira había sido una niña problemática que amaba pelear.
Nunca asistió a la escuela pública al principio, en su lugar estudió en escuelas privadas, pero su naturaleza combativa hizo que cambiara de escuela cada año.
Su inclinación por las peleas le hacía imposible permanecer en un lugar por mucho tiempo.
Todo cambió cuando su padre murió. Su madre cayó en deudas y depresión, y el ya pequeño negocio de su padre fue arrebatado por sus parientes.
En un mundo diferente al de antes de la Edad Oscura, tener un negocio personal era un privilegio raro para la persona promedio.
El mundo de Mira se derrumbó, y fue entonces cuando decidió que era hora de ponerse seria, no solo por ella misma sino también por su madre.