En comparación con los aventureros, los cazadores vivían vidas notablemente más peligrosas.
Entonces, ¿por qué siguen siendo cazadores?
La paga era simplemente mejor.
Si se les diera la oportunidad, la mayoría de las personas harían cualquier cosa por dinero, y los cazadores no eran la excepción.
El Reino de Corazón de León tenía una estructura de clases estricta.
Si bien los plebeyos no debían ser maltratados abiertamente, nacer como uno ya era una desventaja. Para ellos, los nobles eran figuras distantes, personas que solo podían admirar desde lejos.
La nobleza era algo que anhelar pero era casi imposible de alcanzar. Incluso los plebeyos más adinerados que vivían vidas cómodas seguían sintiendo esta división.
Sin embargo, mientras esta realidad hacía que muchos plebeyos respetaran a los nobles, también hacía que un buen número de ellos los resintieran e incluso los odiaran.
No ayudaba que no todos los nobles fueran realmente nobles de carácter.