«Me pregunto si puedo contratar a alguien que me ayude con la traducción. Como ayudarme a leer cuando lo necesite y escribir cuando tenga que hacerlo».
Miguel reflexionó seriamente sobre este pensamiento mientras surcaba el cielo en su grifo no-muerto, dirigiéndose de vuelta a la capital.
Antes de la Edad Oscura en Aurora, al igual que en la Tierra, diferentes culturas tenían sus propios idiomas. En aquella época, los que necesitaban viajar a menudo dependían de hablantes nativos que entendían múltiples idiomas para actuar como traductores.
Pero eso ya no existía en Aurora.
Ahora, todos hablaban el mismo idioma.
Lo que fascinaba a Miguel era lo inquietantemente similar que era al inglés. A primera vista, parecía una réplica perfecta, pero existían diferencias sutiles: variaciones en la estructura, el fraseo e incluso ciertas palabras. Todavía se llamaba "inglés", pero aquí se conocía como Inglés de Aurora.