Aunque estaba cerca del amanecer en Aurora, la parte de la Tierra de Origen donde Miguel se encontraba parecía estar tres o cuatro horas atrasada respecto a su mundo real. El cielo permanecía oscuro, con solo la pálida luz de la luna iluminando sus alrededores.
Frente a él había cuatro no-muertos, mientras que a su lado había dos.
Suerte y el Alto Humano no-muerto estaban a su lado, mientras que frente a él estaban Púrpura, el grillo blindado y la mantis sombra.
Sabiendo que podía evolucionar a todos al mismo tiempo, Miguel no perdió tiempo y activó el proceso.
Inmediatamente, los alrededores se iluminaron mientras cada uno de los no-muertos emitía un resplandor. Sus cuerpos temblaban con reacciones violentas, pero Miguel, ya acostumbrado a la vista, permaneció tranquilo.
Sin embargo, la reacción más sorprendente no vino de los no-muertos en evolución. En cambio, vino de los dos que estaban a su lado: Suerte y el Alto Humano no-muerto.