Capítulo 235 Día de la Cita

—Tengo una tarea para ustedes dos —dijo Miguel, con voz firme pero controlada.

Ace y Lia intercambiaron una breve mirada antes de asentir al unísono.

—¿Sí, señor? —preguntó Ace, con voz alegre y atenta.

La mirada de Miguel se estrechó ligeramente.

—Estoy interesado en comprar una casa en la ciudad exterior. ¿Pueden decirme más sobre las opciones disponibles?

Esta idea le había llegado a Miguel más temprano ese día.

No hay que olvidar que, gracias a los bandidos, Miguel estaba lejos de estar quebrado.

El pensamiento había cruzado su mente de una manera curiosa: se había dado cuenta de que no solo era rico en Aurora, sino que su riqueza parecía seguirlo en la Tierra de Origen también. Y cuando consideró que se estaba mudando a otra área en Aurora, la idea naturalmente siguió:

«¿Por qué no conseguir su propio lugar?»

Miguel no estaba seguro de cuánto costaban las casas en este mundo, pero los cofres de plata, junto con uno que contenía monedas de oro, lo hacían sentir confiado.