Una risita se le escapó a Miguel.
—Los vivos entrenan para volverse fuertes. Los míos entrenarán hasta ser invencibles.
Y entonces llegó la segunda notificación.
La que aún hacía que el corazón de Miguel se acelerara.
[Has aprendido Artes de Combate Básicas]
Lo que significaba...
Que podía entrenar junto a ellos y obtener habilidades él mismo.
Y cuanto más mejoraran, mejor sería su propia retroalimentación.
Era un ciclo de retroalimentación perfecto.
Miguel miró sus manos, luego a los no-muertos. —Ustedes también son maestros —murmuró.
Por supuesto, no todos sus no-muertos serían así.
Si Suerte pudiera enseñarle algo, sería cómo comer hierba y aun así no saborearla.
Lo más probable es que solo sus no-muertos humanoides pudieran tener especializaciones y servir como herramientas efectivas de entrenamiento.
Miguel no dudaba que llegaría un momento en que sus no-muertos podrían volverse tan inteligentes como cualquier humano.