Acepto Gustosamente Su Gratitud, Señor Eric

A pesar de su apariencia física promedio, es evidente por su sola postura que fue criado como un noble. Se sentaba alto y erguido en su magnífico caballo negro, emanando un aire de tranquila confianza y autoridad. Su ropa es lujosa pero no ostentosa, finamente confeccionada para realzar perfectamente su aspecto poco llamativo. Las telas blancas y ricas de su atuendo, adornadas con bordados sutiles pero elegantes, sugieren riqueza y estatus sin caer en la extravagancia. (imagen)

Mientras desmonta, sus movimientos son suaves y deliberados, indicando a un hombre acostumbrado a comandar a otros. No es el joven amo gordo y mimado que esperaba conocer, lo cual me alegra mucho. Parece tener al menos algo de matices.

—Acepto con gusto su gratitud, Señor Eric —digo sin vergüenza—. ¿Cómo me vas a recompensar? La gratitud de un noble significa una recompensa, ¿verdad?

Sus ojos se convierten en rendijas y su sonrisa se vuelve fría por unos segundos, pero nunca abandona su rostro.