El campo de batalla cae en silencio mientras los soldados están ocupados mirando al Señor Tormenta mientras sopesan sus opciones.
Finalmente, el Señor Tormenta levanta su martillo en alto con relámpagos crepitando a lo largo de su borde. —¡Por el Rey y la Reina! ¡Por el honor y la gloria eterna! ¡Por sus familias! ¡¡¡Luchen!!!
Con un rugido atronador, los soldados finalmente se reagrupan, mientras su miedo y duda son reemplazados por una determinación desesperada de sobrevivir y ganar su segunda oportunidad. El Señor Tormenta y sus compañeros superhumanos lideran la carga, seguidos por la multitud de soldados con la moral elevada.