Por un momento vacilo cuando ella convirtió la conversación casual en algo vil con esa declaración suya. No puedo evitar sentir que la furia crece dentro de mí. —¿Realmente eres una mujer de boca sucia, verdad...? Podemos ser enemigos que están a punto de matarse entre sí, pero eso fue un golpe bajo incluso considerando todo. Ahora quiero ver tu cuello cortado por mi espada más que nunca.
—Si me vences, me disculparé por mi comentario extremadamente grosero hasta mi último aliento, te lo juro, Iris.
—... Dime tu nombre, maleducada —pregunto, queriendo saber con quién estoy teniendo este increíble duelo a muerte.
—Puedes llamarme Hoja, espero que entiendas que no puedo revelar exactamente mi verdadera identidad a un súbdito leal del rey mientras estamos en medio del robo de su puesto más preciado.