Discusión con Aurora

Sin reacción alguna.

Me acerco y pongo una mano sobre sus hombros desnudos.

—¡Kya! —se asusta al instante, después de lo cual intenta liberar su hombro de mi agarre golpeándome.

Con mi alta Vitalidad, honestamente ni siquiera siento nada, quizás apenas una picadura de hormiga, si soy generoso.

Asombroso.

—¡Oh! Pap... Quinlan! ¡Lo siento mucho! Pensé...

La calmo poniendo mi dedo índice en sus labios.

—No pasó nada, no te preocupes.

Al verme ileso después de su represalia, suspira aliviada.

—¡Estoy tan feliz de que hayas vuelto...! ¿Las dos chicas también están bien? Durante todo este tiempo, me sentí tan avergonzada de haberlos enviado a los tres allí para cumplir mi deseo egoísta de terminar la última investigación de mis padres... —dice y comienza a llorar.

—¿Un abrazo? —pregunto con una sonrisa conocedora mientras abro mis brazos.