—Por mi derecho divino como gobernante soberano del Reino Vraven, guardián de sus tierras y gente, yo, Alexios Valorian, denuncio a Edmund Valehart como traidor a la corona. Por los crímenes de codicia, negligencia y traición, lo sentencio a muerte, junto con la generación directa de su sangre por encima y por debajo de él en el árbol genealógico de los Valehart.
Su dura sentencia aún no ha terminado. —Además, todos los demás miembros vivos de la familia Valehart serán investigados minuciosamente. Si alguno es hallado culpable de complicidad o traición, enfrentarán el mismo destino. Si son considerados inocentes, perderán todos sus privilegios nobles, títulos, riquezas y tierras. Su legado les será arrebatado, y vivirán como plebeyos, despojados de honor y estatus.