Revelación Épica 2

Los miro con curiosidad, pero como no hacen más movimientos, hablo:

—¿Qué están haciendo, señoritas?

—N-no lo sé. Simplemente se siente correcto... —respondió Anna con un tono que se asemejaba más a una pregunta que a una afirmación.

—Siento lo mismo...

—Aunque no habíamos oído hablar antes de la raza de su señoría, está claro como el cristal que es una existencia especial, un ser único con un potencial que triunfa sobre todo. Es un honor conocerlo, y más aún servirle —Iselda transmitió los pensamientos que las dos chicas más simples no pudieron expresar.

—¿Entonces no tienen problemas con que yo sea un villano?

Las tres sacuden la cabeza al unísono.

—No, Mi Señor. No se puede esperar que una existencia superior como usted se mueva según los deseos de un insignificante rey humano y su libro de leyes.

Las criadas asienten con vehemencia. Parece que han encontrado a su portavoz.